Al margen de la preparación del
video y dosieres sobre el proyecto, Tasio Munárriz continua sus investigaciones
sobre la posguerra con la represión correspondiente, tanto en cárceles como con
confiscación de bienes o depuración en puestos de trabajo.
Para ello colaborando con la
Fundación El Abra, se utiliza su blog El mareómetro, con un importante número
de entradas, para dar a conocer los resultados de las investigaciones.
Hay que resaltar la dedicación
especial al estudio de la situación de la mujer en el conflicto, tanto como madre
cuidando de sus hijos mientras los hombres acudían al frente, teniendo que
desprenderse de ellos enviándolos al extranjero, o sufriendo las correspondientes
depuraciones en su trabajo en los casos como eran las maestras.
Una muestra de una de las
numerosas entradas de dicho blog es la siguiente:
El proceso de depuración de los maestros
comenzaba considerándoles a todos destituidos y con la obligación de solicitar
el reingreso respondiendo a un cuestionario sobre su actuación política en toda
la época republicana. En el proceso depurador la comisión provincial solicitaba
cuatro informes: al alcalde, a la Guardia Civil, al párroco y a una persona de
absoluta solvencia ideológica, todos ellos de la última localidad donde hubiese
ejercido el maestro. También admitía denuncias anónimas sobre la conducta moral
y religiosa (casado por la Iglesia o por lo civil, divorcio, asistencia a misa,
etc) y animaba a delatar a los compañeros. La depuración no significaba sin más
la expulsión sino el examen de sus antecedentes.
Estos eran los criterios para graduar la
decisión final:
Reposición para quien desvaneciese los
cargos que se le formulaban;
Traslado para quienes, siendo profesional y
moralmente intachables, tuviesen ideas nacionalistas y no hubiesen participado
en la sublevación comunista-separatista;
Separación del servicio para los militantes
o simpatizantes de organizaciones del Frente Popular o sociedades secretas
(masonería) y también a quienes hubiesen orientado su labor profesional en un
sentido disolvente (laicismo, coeducación, naturalismo pedagógico).
Después se suavizaron las sanciones
añadiendo la suspensión temporal y la jubilación forzosa. Los maestros
nacionalistas fueron trasladados a otras provincias no limítrofes porque hacer
nacionalismo en ellas no tenía ningún peligro
Alrededor de 15.000 maestros fueron
sancionados, de los que 6.000 fueron separados definitivamente de la enseñanza.
Los maestros que ejercían en Portugalete y que fueron depurados negativamente
fueron ocho, mientras que otros catorce fueron confirmados en sus puestos.
Recojo el caso de tres conocidos maestros
portugalujos que fueron sancionados y a los que les costó mucho esfuerzo
recuperar el puesto de funcionarios años después.
María
Paz Bilbao Larrínaga. Obtuvo el título
de maestra en 1935, aunque el diploma acreditativo está fechado en 1936.
Ejerció como interina en Sestao (1937), en Plencia (1940) y en Guizaburuaga
(1942). En 1960 se tuvo que presentar a una oposición restringida para ir como
propietaria provisional a la escuela unitaria nº 3 de Santurtzi-Ortuella y a la
de Aldeacueva (Carranza). En 1963 estaba en la escuela de párvulos de Nanclares
de la Oca y en 1964 en la de Portugalete. Pasó a la escuela de preescolar de
Casilda Iturrizar (1974), y a la de Pilar Careaga (1975), junto a la de Maestro
Zubeldia.
Leonor
Pérez Martín, cursillista del 36. En
1937 le propusieron acompañar a los niños evacuados a la URSS pero renunció.
Ejerció como maestra interina en la Escuela de Sestao. De allí pasó a Suances
(Cantabria). Durante varios años no pudo ejercer oficialmente su profesión y
daba clases particulares en su vivienda. Era la “señorita Leo”. Una Orden de
1979 permitió la integración de los cursillistas del 36 en el Cuerpo de
profesores de EGB. En ese año le nombraron propietaria provisional de la
escuela Pilar Careaga para pasar más tarde a la de Maestro Zubeldia.
Angel Sadaba Quintana, cursillista del 36.
Obtuvo el título en Magisterio en la Escuela Normal de Alava en 1935. Fue
bibliotecario y profesor interino de Francés y Geografía e Historia desde 1933
a 1936, por
ausencia de los catedráticos titulares, en el Instituto de Portugalete (dimitió
en la guerra), profesor interino en la escuela Maestro Zubeldia (1938–1941) y
sustituto en Galdácano (1942). En 1971 solicitó la integración en el
Profesorado de EGB como cursillista del 36 y fue admitido.
Debido a que por las circunstancias de la guerra había
escasez de maestros, se nombraron interinos y sustitutos dando prioridad a los
que tenían el título pero admitiendo después a los mutilados del ejército
nacional, a los que hicieron la mili como combatientes del mismo, a los
familiares de un muerto o mutilado en campaña, etc. En Portugalete tomaron
posesión de su puesto de maestros tres excombatientes.
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