martes, 24 de marzo de 2015

HOMENAJE MUNICIPAL A LOS FUNCIONARIOS REPRESALIADOS ENTRE 1936 Y 1938



El jueves 26 de marzo el Ayuntamiento de Portugalete va a rendir un homenaje a los empleados municipales que sufrieron la represión, unos más y otros menos, por parte de las autoridades de la Villa en aquellas épocas. Este homenaje es el preámbulo de otro más general para todos los portugalujos víctimas de la represión. Voy a hacer un resumen de lo que sucedió con los funcionarios, según las actas de los plenos de las Corporaciones distinguiendo los dos regímenes políticos:
1.- Guerra
Iniciada la sublevación militar en julio de 1936, la corporación republicana y la Junta local de defensa destituyeron o privaron de sus derechos de jubilación a las 19 personas que figuran en el apartado 1 de la lista adjunta, no porque hubiesen hecho algo contra la República sino porque eran sospechosos de poder hacerlo. En palabras de la comisión de Gobernación “son notoriamente desafectos y hostiles al Régimen e incompatibles, por eso mismo, para seguir a su servicio en puestos cuya primera y principal condición debe ser una adhesión y afecto acendrados hacia él y un entusiasmo ilimitado hacia las instituciones republicanas y democráticas”.
A pesar de que varios compañeros y los partidos políticos PNV y PSOE defendieron a algunos de los castigados, el ayuntamiento consideró esos testimonios poco fidedignos. El consejero de Gobernación del Gobierno de Euskadi, Telesforo Monzón, a finales de noviembre resolvió que quedaban sin efecto las suspensiones de cinco empleados. La Corporación protestó esta decisión. Ignoro qué sucedió después porque no hay documentos sobre ello.
2.- Posguerra
El 19 de junio de 1937, al ser ocupada Bilbao por las tropas llamadas nacionales, el ayuntamiento de nuestra Villa evacuó a Santander-capital. Los concejales y la mayoría de los funcionarios municipales, junto con más de 2.000 portugalujos obedientes, acompañaron al alcalde Cándido Busteros. Cuando cayó Cantabria, en setiembre, Busteros evacuó a Catalunya, Francia y México y la mayoría de los concejales, funcionarios y vecinos volvió a casa. Los funcionarios se encontraron con que había otra corporación municipal, que ya había decidido, el 10 de julio, “con objeto de enjuiciar la conducta de todos los empleados de este Ayuntamiento, durante la época roja, y no aceptar servicio alguno de nadie de quien no conste de forma inconcusa su lealtad al Glorioso Movimiento Nacional, (…), se acuerda destituir a todos los empleados municipales, no obstante lo que continuarán en sus puestos hasta que sean resueltos los expedientes personales que se les incoarán (…)”.
La expulsión era el primer paso del proceso de depuración. El segundo era rellenar un cuestionario sobre su actuación política y la de sus compañeros en la guerra. En el tercero, el 15 de enero de 1938, el ayuntamiento decidió admitir a 24 funcionarios y expulsar definitivamente a 48 (los que aparecen en el apartado 2 de la lista). El mayor delito de éstos fue el no haberse presentado en sus puestos en los diez primeros días de la ocupación de la villa.
El homenaje será en el salón de plenos del ayuntamiento como el lugar más representativo de éste y, dada su pequeña capacidad, va dirigido fundamentalmente a los familiares directos de los funcionarios citados.
Como ha resultado difícil localizar a todos los parientes de los funcionarios de los que desconocemos sus familiares, si algún usuario de este blog conoce a alguno, puede informar de ello al teléfono municipal 944729216 o enviar un mensaje a participa@portugalete.org
Eskerrik asko.
Tasio Munarriz